07 noviembre 2011

NEGRO ABISINIO

Negro Abisinio


Nunca me fueron bien los negocios. Lo que me queda del último es esta breve historia que a continuación relato.


A una considerable distancia, el letrero se leía perfectamente: Bazar Negro Abisinio 24 HS. Se rotuló HS porque Horas sobrepasaba el espacio disponible. Lo de Negro Abisinio tiene su historia. Cuando éramos niños, mi hermano y yo solíamos ir  a jugar a un callejón que estaba detrás de nuestra casa, y era habitual que Juanita la Sesó  se plantara en el rellano de la entrada de su casa y nos gritara: “vayan a molestar a otra parte, negros abisinios”. Cuando, por medio de una vecina, mi madre se enteraba de lo que parecía ser un insulto, se enfadaba mucho. Yo no entendía por qué nos llamaban “negro abisinio” y tampoco entendía el consecuente enfado de mi madre. Cuando me hice mayor alcancé el entendimiento. Mi hermano y yo éramos muy morenos, y en verano pasábamos a ser casi negros. Lo de “abisinio” era un adjetivo sin significado alguno para mi madre y para Juanita la Sesó, su escasa cultura no le daba para tal largo viaje. Cuando llegó a mi casa un diccionario enciclopédico, consecuencia de las ganas de saber que siempre tuvo mi padre, me enteré de que Abisinia fue el antiguo nombre del país africano Etiopía.
El letrero era de fabricación artesanal, más exactamente, de fabricación casera; a simple vista quedaba claro que aquello no podía ser obra de un artesano. 
En la puerta del establecimiento había un cartel que rezaba así: “cerramos al mediodía por descanso del personal”. El personal era yo, que no puedo concebir la vida, esta y la del más allá, sin el sueño reparador de la siesta.
Mis parientes son multitud y la gran mayoría de ellos permanecen vivos hasta que la naturaleza alcanza su límite. Sucedió que empezaron a producirse las muertes de una buena parte de ellos; y el cartel “cerrado por duelo” se hizo habitual en mi establecimiento. Al final, mi bazar en lugar de un “24 Horas” se quedó en un “de vez en cuando”; hasta que alcanzó su inevitable muerte.
Poco tiempo después se estableció en el mismo local una funeraria: “El Sueño Profundo”. En cuanto empezaba a caer la noche, salía del local hacia la calle un baile de luces que creaba un espacio único y angelical; por unos altavoces se lanzaban sonidos que parecía provenir del más allá, y una voz poderosa  de timbre radiante anunciaba: “Hay féretros de todos los tamaños y colores que levante la mano quien quiera uno”.

30 octubre 2011

HACER SIN SABER

Hacer sin saber


Me aconseja mi profesor de teatro -ayer tuve mi segunda clase- que piense en cosas sencillas para la interpretación. Yo creo que esto puede aplicarse a la literatura también. Es por ello que me propuse escribir sobre el disfrute y el sufrimiento; pero veo que me falta imaginación, mejor dicho, invención.Siempre parto de cosas que conozco, pero me cuesta mucho desarrollarlas. Esto es lo que escribí:
“El disfrute es pasear por el campo, respirando los olores de la tierra y la hierba mojada. Andar y andar. Llevar a la perrita Lulú por delante, olisqueando todas las hojas y moviendo el rabo con alegría. La brisa fresca de la tarde dándome en la cara, y la vista puesta en las hermosas montañas. Es encontrar un bancal de naranjos, y comerme una naranja; cogerla, pelarla y saborearla.
El sufrimiento es llevar unos zapatos, que te quedan pequeños, durante horas. Ese dolor que va aumentando a lo largo del día. Los dedos de los pies se ponen calientes y doloridos. Te llegan punzadas de insoportable dolor”.
Aunque sea malo, lo he escrito yo, y tengo que valorarlo en positivo.
Mi querida amiga. Te voy a decir lo que yo pienso, de manera sincera, como es mi costumbre. La directiva que te da tu profesor de teatro es muy simplona, con perdón. Tú no puedes realizar una interpretación teatral -de manera artística, se entiende- hasta que no hayas adquirido los conocimientos necesarios para ello. Nunca se me ha ocurrido a mí pedir a un alumno que componga un sencillo ritmo para ejecutar con palmas, por poner un ejemplo, si a ese alumno no le he suministrado primero los conocimientos necesarios para acometer la referida tarea.
Te has puesto a escribir sobre el disfrute y el sufrimiento. Al referirte al disfrute lo hiciste en forma de definición, al usar la expresión verbal “es”. Lo mismo, al referirte al sufrimiento. Un punto de partida erróneo. Además, te has situado en lo más externo, sobre todo en el ejemplo elegido para “definir” el sufrimiento. Sufrimiento es, por ejemplo, aquel que padece una madre que vive en la impotencia de ver como su hijo se va apagando lentamente por el consumo de las drogas.
Lo que hay que hacer es ir a la literatura de los grandes maestros, y observar y estudiar las referencias al disfrute y al sufrimiento que hay en sus obras. Primero hay que estar en el saber hacer para luego pasar al   hacer. En el hacer está la gran mayoría, en cambio, en el saber hacer está una casi invisible minoría.
Lo último. No valores positivamente algo, que tu misma afirmas que es malo, por el mero hecho de ser creación tuya; porque eso no es más que una manifestación de un falso amor propio.

24 octubre 2011

ENTRE DOS

Entre dos
Esta composición para Violín y Violoncello, tiene como punto de partida una elemental composición a dos voces en relación a un determinado Fondo Armónico; esta sencilla organización tonal crece mediante los recursos compositivos de Crecimiento Tonal y Forma que se estudian en MEMVUS.
El autor de esta obra musical y de la foto es Miguel Ángel Díaz.

MINERVA


La utopía
Al sur de los poliedros,
más allá del sensato deseo,
se encuentra el círculo
intentando ser cuadrado,
desvaneciéndose, muriendo
en la sin luz utopía.

 
Vicente Umpiérrez Sánchez

CONSTRUYENDO RAÍCES CUADRADAS

Construyendo Raíces Cuadradas
Ramón Galán lleva muchísimos años dedicado a crear un método para el aprendizaje de lo que es la base de las matemáticas. Este método es muy intuitivo y está completamente conectado a la práctica. En este video podemos apreciar la claridad con la que exponen estos jóvenes alumnos todo el proceso a seguir en la resolución de una raíz cuadrada; lo cual es fruto del propio método de aprendizaje. A mi entender, todo aquel que se dedica a la enseñanza de las matemáticas debería aprender de forma rigurosa este inédito y profundamente didáctico método. 
Mi sincera felicitación y agradecimiento a Ramón Galán por esta enorme aportación suya al mundo del conocimiento científico.